DRB-.Cuando utilizamos la palabra exfoliar
generalmente la completamos con “la cara”, “el cuello”, “los pies”… Cualquier
parte del cuerpo parece ser la más idónea para completar dicha palabra.
Por ello, al mencionar exfoliar los labios, en algunos puede surgir cierta extrañeza. Sin embargo, el
hecho de exfoliar los labios es muy necesario. En ocasiones, suelen presentarse
manchas negras, piel escamosa y grietas sobre los labios. Así, para eliminar todo
ello, es necesario exfoliar
periódicamente los labios.
Exfoliar los labios le eliminará
las células muertas de la piel y uniformizará sus labios. Gracias a ello,
los labios tendrán una apariencia suave y un tanto rojiza. Para lograrlo, puede
utilizar uno de estos exfoliantes
naturales que recomienda Daniel
Rangel Barón:
- Exfoliante de aceite de oliva y azúcar: el azúcar (uno de los mejores exfoliantes naturales) junto a la aceite de oliva, es un exfoliante muy eficiente. Para prepararlo, sólo debe tomar un poco de azúcar y algunas gotas de aceite de oliva. Revuelva ambos ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea. Luego, aplique de forma circular este exfoliante sobre sus labios por dos minutos. Después de ese tiempo, retírelo con agua limpia.
- Exfoliante de vaselina y cepillo de dientes: Para eliminar aquella carga de piel innecesaria de los labios, este puede ser el exfoliante ideal. Sólo tome un cepillo de dientes y un poco de vaselina. Para que funcione efectivamente, aplique vaselina en los labios y luego frote el cepillo de forma circular por dos minutos.
- Exfoliante de jojoba y azúcar: la jojoba posee grandes cantidades de vitamina E, por lo cual es perfecta para tratar los problemas de la piel. Así, sólo debe mezclar un poco de aceite de jojoba y azúcar. Luego, aplíquelo sobre sus labios.
- Exfoliante de jugo de limón: además de ayudar a exfoliar los labios, también los blanquea. Cabe acotar que, si tiene los labios agrietados, no debe aplicarse jugo de limón, debido a que podría causarle irritación.
Con ello en cuenta, podrá mantener sus labios estilizados.
Por Daniel Rangel Barón
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