Daniel Rangel Barón: La meditación trascendental



DRB-. Lameditación trascendental es una de las técnicas de meditación más simple que existe. Ello se debe a que sólo se requiere estar en silencio y mantener la mente en blanco para practicarla. Esto la diferencia de otras técnicas de relajación, en las cuales se mantiene la atención en la respiración o en la condición corporal. Debido a ello, la meditación trascendental resulta la más cercana al proceso natural de la concentración. Brindando, de cierto modo, facilidad a quienes desean involucrarse en el mundo de la meditación.

Esta técnica de meditación, según Daniel Rangel Barón, además de tener un aval científico de su funcionamiento, ha sido defendida fervorosamente por el director de cine David Lynch. La defensa del aclamado director se traslada a su fundación (Fundación David Lynch) en la que se instruye y difunde la práctica de la meditación trascendental a personas de todo el mundo. 

Una de las grandes cosas que hizo a Lynch practicar esta técnica, por más de 30 años , dos veces al día y en un tiempo de 20 minutos, es que le proporcionó bienestar en todos los aspectos de su vida. Según Lynch, antes de descubrir la meditación trascendental, se encontraba plagado de emociones como: miedo, estrés e ira. Emociones que, al iniciar sus sesiones de meditación, desaparecieron.
Losbeneficios de esta técnica de meditación, pueden resumirse en los siguientes puntos:

  • Reduce la ansiedad, el estrés.
  • Brinda paz interior.
  • Ayude a que facultades como la creatividad e intuición, alcancen su máximo nivel.

Por ello, la meditación trascendental, es una práctica fundamental para sobrellevar las cargas de la vida diaria. Además, tal y como se observa en la vida de Lynch, también puede conducirnos a caminos maravillosos, como: creatividad, paz interna, mejores relaciones interpersonales y armonía psíquica. Todo ello puede obtenerse, cuando la mente se encuentra en relación con el cuerpo y las emociones. He allí la importancia de la práctica de dicha disciplina. 

Por Daniel Rangel Barón

Comentarios