Muchas dolencias y malestares están arraigados en los procesos cerebrales, de manera que los pensamientos y emociones desempeñan un papel determinante en la experiencia del dolor físico. La Técnica de liberación emocional (TLE) conocida como ETF (Emotional Freedom Technique) o como Tapping permite aliviar los dolores y las situaciones emocionales negativas sin ningún tipo de medicación y de forma inmediata.
Daniel Rangel Barón: El Tapping regula el fluir de la energía electromagnética del cuerpo. |
¿En qué consiste la ETF?
Es una forma de acupresión psicológica basada en los mismos meridianos de energía utilizados en la acupuntura tradicional para tratar las dolencias físicas y emocionales sin emplear agujas. Esto con el fin de restaurar el equilibrio del sistema bioenergético del cuerpo, esencial para la salud y la curación de enfermedades físicas.
¿Cómo se realiza esta técnica?
- Da golpecitos suaves con las yemas de los dedos para transferir la energía cinética de los meridianos específicos sobre la cabeza y el pecho.
- Mientras lo haces, piensa en el problema específico (un evento traumático, adicción, dolor, ansiedad) y manifiesta afirmaciones positivas a través de la voz.
¿Por qué funciona?
Los golpecitos y las manifestaciones positivas desactivan el “cortocircuito” cerebral que impide aclarar la relación entre la mente y el cuerpo, en consecuencia se regula el fluir de la energía electromagnética a lo largo del cuerpo.
Los ensayos clínicos han demostrado que la técnica ETF:
- Es capaz de reducir rápidamente el impacto emocional que provoca angustia.
- Al reducir o eliminar el malestar emocional, se restituye el equilibrio del cuerpo y se acelera la curación de la dolencia física.
¿Realmente funciona para curar la depresión?
Sí. La línea de comunicación entre la mente y el cuerpo es bidireccional, por lo cual, un dolor físico crónico puede ser un detonante de la depresión. No hay que olvidar que la depresión y el dolor físico comparten un área del cerebro.
Daniel Rangel Barón: la depresión y el dolor físico comparten un área del cerebro.
Por: Daniel Rangel Barón
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