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| Daniel Rangel Barón: los suplementos ayudan a estabilizar desbalances bioquímicos en nuestro cuerpo |
Los suplementos vitamínicos son preparados que contienen vitaminas. En general, suelen consumirse cuando existe una carencia de vitaminas bien sea por una alimentación inadecuada, una condición del organismo o por el ritmo de vida que lleva el consumidor. Pero hay mucho más que debes saber antes de comenzar a tomar estos suplementos.
- ¿Cuántos tipos de suplementos existen?
En líneas generales, destacan tres grupos: (1) los suplementos multivitamínicos o polivitamínicos –contienen diversas vitaminas y minerales-, (2) suplementos del Grupo B –contienen vitaminas del Grupo B- y (3) suplementos de una sola vitamina –contienen una vitamina en concreto-.
- ¿Cuál es la forma correcta en la que deben tomarse?
La recomendación es hacerlo con las comidas o con un jugo natural. Nunca en ayuno pues, por lo general, se trata de vitaminas liposolubles, es decir, sustancias que requieren de grasa o de otra sustancia para poder ser absorbidas por el organismo.
- ¿Cuándo comienzan a notarse los efectos?
Depende del suplemento. Algunos tardan días, mientras que otros tardan apenas algunas horas.
- ¿Se pueden tomar por períodos prolongados?
Sí, pero para estos casos, se recomiendan aquellos suplementos que contengan vitaminas hidrosolubles.
- ¿Son inocuos?
Al no ser medicamentos, no se han comprobado todos los efectos adversos que se producen por dosis altas (sobredosis). Hasta la fecha, se ha determinado que las vitaminas A, B3 y B6 son las más tóxicas, pues sus reservas naturales en el organismo perduran entre uno a dos años. No hay que olvidar que muchas de las vitaminas presentes en los suplementos ya se encuentran en el cuerpo de forma habitual y que, a través de una alimentación sana y balanceada, aumentan sus niveles.
Los suplementos de una sola vitamina deben tomarse bajo estricta vigilancia médica y sólo cuando se determina una avitaminosis de dicha vitamina.
Recuerda: consulta a tu médico y realízate los exámenes médicos que sean necesarios. Por tu salud, evita la automedicación.
Por: Daniel Rangel Barón
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