La sábila no solo posee un uso externo. Conoce los demás beneficios que trae para tu salud.
Daniel Rangel Barón: La sábila es una excelente planta medicinal. |
Durante siglos, la sábila o Aloe Vera ha sido utilizada como parte de diversos tratamientos de belleza y cuidados de la piel pero, ¿sabías que son muchas las propiedades curativas cuando se consume? De allí que muchas culturas antiguas aún empleen la sábila como parte de su medicina tradicional. [Daniel Rangel Barón] te enseña a continuación todos los beneficios de la sábila para tu salud.
Sus beneficios
- Calma ardores e irritaciones, cicatriza heridas, elimina cicatrices, regenera y humecta. También favorece la eliminación de células muertas.
- Disminuye las dolencias ocasionadas por golpes o torceduras.
- Inhibe la picazón de mosquitos.
- Al poseer propiedades antiinflamatorias, reduce el acné.
Para su consumo
- Sus propiedades diuréticas permiten la eliminación de toxinas, favorecen la digestión y el tránsito intestinal. Incluso reconstruye la flora intestinal.
- Regula los niveles de glucosa en la sangre.
- Reduce los niveles de colesterol y triglicéridos, y estimula la circulación sanguínea.
- Funciona como antiviral al mejorar las defensas del organismo.
- Es antiestamínica actuando como dilatador de bronquios.
- Permite mantener el peso.
- Controla los niveles de bacterias bucales que ocasionan sarro, desinflama las encías y alivia las molestias de las llagas bucales.
¿Cómo preparar el jugo de sábila?
1- Lava la penca con abundante agua hasta eliminar el líquido amarillo presente en la parte baja (la que estuvo cercana a la raíz), pues posee efectos laxantes.
2- Extrae la pulpa de una penca.
3- Licúa hasta obtener un gel denso. Agregar la fruta de tu preferencia, batidos verdes o limonada.
4- Endulza al gusto.
El consumo de este jugo restaura el estado del cuerpo, de manera que puede tomarse en situaciones puntuales o incluirse como parte de la dieta diaria.
Valor nutricional
- Contine Vitaminas A, C, E, B1, B2, B3, B6 y B12, así como minerales.
- Aminoácidos tales como ácido fólico, ácido glutámico, ácido aspártico, alanita, arginina y glicina.
- Enzimas como amilasa, lipasa y fosfatasa.
Por: Daniel Rangel Barón.
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